Ya lo hemos dicho antes: un storytelling original, un copy ingenioso o un blog al que le sobra interés son elementos que siempre llamarán nuestra atención, como consumidores/usuarios y como profesionistas del marketing y la publicidad, pues no por nada el elemento narrativo es algo indispensable en esta industria.
Si lo decimos de una manera metafórica, las palabras “narración” y “creatividad” son sinónimos, pues ambas implican ingenio, creación, desarrollo, estilo… ¡y un sinfín de ideas!

Claro está que, si más bien pensamos en el concepto “escritura creativa”, lo primero en que pensemos sea todo aquello de índole literaria: novelas, relatos, fábulas, etc., pero también es, de alguna forma, un punto de partida para desarrollar una narrativa publicitaria. ¿Es posible que un copywriter sea también un autor de libros de fantasía épica? ¿o que alguien que disfrute de redactar otro tipo de historias literarias quiera demostrar su creatividad en el mundo del marketing? La respuesta para ambas es: ¡indudablemente!
Y es que, si lo analizamos con relativa profundidad, en ambos tipos de narrativa también podemos encontrar algo con lo que creamos una conexión emocional, y eso es algo que hemos mencionado en otras entradas (el storytelling o las distintas formas de crear copys exitosos), por lo que no solo se trata de contar simples historias, sino de tener en cuenta cualquier aspecto humano (la alegría, el miedo, la nostalgia, etc.), plasmarlo en una idea gráfica, audiovisual o meramente escrita, para después generar impacto.
Uno de los mejores rasgos de la creatividad narrativa son sus infinitas posibilidades, ya sea expresar esas mismas ideas, comprenderlas o potenciarlas mediante la originalidad para así crear un storytelling distintivo y poderoso.

¿A qué conlleva eso? ¡A destacar! Piensa, por ejemplo, en la navidad, una celebración mundial sobre la que se desarrollan y se han desarrollado miles de millones de campañas, casi todas bajo la premisa tradicional de la felicidad, la familia y los buenos deseos. Ahora imagina que tú como marca tienes esa misma misión: se acerca diciembre y quieres aprovechar ese mar de emociones. ¿Lo harás a tu manera o a la de todos?
Nadie niega que no puedas recurrir a elementos ya existentes para desarrollar tu narrativa, pero, si lo vemos desde esta perspectiva, no se trata de que quieras solamente contar una clásica historia navideña, sino de que debas vender TU propia historia.
¿Cuál crees que sea la conclusión de todo este asunto? Fácil: la creatividad narrativa es un arte, independientemente de que no sea similar el escribir una novela, redactar un guion audiovisual o desarrollar un trabajo de copywriting. Hay dos cosas que estos ejemplos tienen en común: las ideas, la creación y, por supuesto, la narrativa.
Y colorín colorado, ¡con este artículo te hemos cautivado! Pero no todo acaba aquí, pues si aún deseas adentrarte en las historias publicitarias que en WeProm tenemos para contarte, ¡síguenos en Facebook, Instagram y Tik Tok!