¿Qué es el rebranding?

Cambios en el segundo tiempo, cambio de planes… Es común escuchar que los cambios son para bien, independientemente del tipo: puede ser en nuestra forma de pensar, de vestir, en nuestra rutina o algo de mayor impacto como una mudanza.

El caso es que, en muchas ocasiones, los cambios suelen ser inevitables, pero también son algo por lo que optamos para tener, hacer o lucir algo diferente. Hablando en términos de nuestro mundo creativo, esto es algo que se ha visto en reiteradas ocasiones, y para nada es algo nuevo.

No nos referimos a un simple ajuste en el diseño de una publicación en redes sociales, sino a esos cambios drásticos que abarcan varios elementos importantes de una marca; desde su logo u colorimetría, hasta un enfoque nuevo en su identidad y productos/servicios. Así es, nos referimos al famoso rebranding.

¿A qué se refiere el rebranding?

rebranding

En pocas palabras, este concepto es una estrategia que suele implementar una marca que puede ir desde una “remodelación” de imagen hasta un ajuste completo en varias de sus características, casi como si se tratase de una completamente nueva y diferente.

Son muchos los ejemplos que podemos encontrar actualmente sobre esta estrategia, siendo el más reciente (y muy polémico) el caso de Twitter y todos los cambios que sufrió tras haber sido adquirida por Elon Musk. De todas estas modificaciones, las que más resaltan son el nombre, logo y colorimetría; ¿cómo fue que pasó de ser un visualmente alegre pájaro azul a una sencilla “X” con el fondo negro?

Pues bien, el rebranding suele ser una acción que las marcas realizan con el objetivo de mejorar el posicionamiento de la misma, aunque hay distintos casos en los que esto no resulta precisamente bien. No obstante, sigue siendo una decisión acertada cuando se trata de los siguientes puntos:

Cuando hay decadencia

“Renovarse o morir”, otra frase que hace alusión a los cambios importantes, y esto aplica a una marca que puede presentar dificultades para ajustarse a las necesidades modernas de su mercado, y es precisamente el rebranding la solución definitiva para evitar el estancamiento o la extinción.

Cuando una marca es absorbida y fusionada con otra

Imagen de Disney Plus en Disney.

Esta es otra situación que también suele ser común, al menos en cierta medida. Por ejemplo, cuando Disney adquirió 20th Century Fox y el nombre de esta última cambió a simplemente 20th Century Studios. Sea cual sea la decisión de estas modificaciones, por lo general suelen ser cuestiones de ajustar la nueva adquisición a la identidad de la marca dueña.

Nuevos objetivos, nuevo público

Esto suele ir de la mano del primer ejemplo, aunque no necesariamente debe ser así, puesto que también es posible que una marca haya tomado una decisión un poco arriesgada respecto a sus objetivos en su mercado, lo que también puede conllevar a expandir o modificar por completo el público meta al que va dirigida. Esto para precisamente adaptarse a otras tendencias.

En conclusión, el rebranding no es un proceso que deba llevarse a cabo a la ligera, puesto que, como mencionamos casi al principio: si un simple ajuste en el diseño de una publicación digital debe tener algún fundamento válido para su realización, este apartado es mucho más complejo, aun cuando solamente sea el cambo en el logo.

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